Empresas con sello “B”

Por Zarina Forclaz

B Labs es una organización sin ánimo de lucro que creó la certificación B Corporation. ¿En qué consiste? La certificación como Empresa “B” es otorgada a aquellas empresas que en su quehacer tienen un impacto social y ambiental positivo y que muestran transparencia y responsabilidad en sus actividades diarias. Mediante esta certificación, se promueve estructuras empresariales innovadoras donde converjan los intereses económicos de las empresas con los de la sociedad y el medioambiente, a la vez que ayuda a que las empresas de alto impacto sean construidas para durar en el tiempo.

¿Cómo formar parte de la Comunidad “B”? El camino para ser una Empresa B Certificada consta de 6 escalones. El piso es ser una empresa constituida y llevar al menos 12 meses en funcionamiento. El objetivo de este requisito temporal es demostrar que la sostenibilidad es parte de la esencia de la empresa y, de esta manera, que la misión puede sobrevivir ante los posibles cambios que se sucedan en la organización.

Pasos para la certificación B

  1. Evaluar. La Evaluación B (Disponible aquí) es un instrumento gratuito, accesible y en línea que mide a través de 100 preguntas cómo la empresa opera en cada uno de estos 5 ámbitos: Gobernanza, Modelo de negocios, Prácticas Ambientales, Laborales y Sociales. Con la evaluación se busca abarcar la mayor cantidad de buenas prácticas o políticas que puede tener una empresa que quiere ser B y permite comparar con otros pares y encontrar mejores prácticas para cada una de las áreas.
  2. Calificar. Mediante el contacto vía telefónica un miembro de B Labs resolverá dudas y calificará las prácticas de la empresa. Para ser una Empresa B es necesario obtener una certificación superior a los 80 puntos sobre un total de 200.
  3. Documentar. Es necesario entregar documentación que respalde la información de la evaluación.
  4. Comprometerse. Para ser parte del Sistema B se debe firmar una Term-sheet que explicita deberes y derechos como Empresa B.
  5. Modificar el estatuto. Se debe adaptar el estatuto de manera que considere a los trabajadores, la comunidad y al medio natural de manera vinculante en el proceso de toma de decisiones. Las modificaciones legales varían según el país.
  6. Abonar. Anualmente se debe pagar la certificación, cuyo costo varía según el nivel de facturación anual de la empresa.

“Empresas B”: Mejores para el mundo

Por Zarina Forclaz

El siglo XXI parece ser el siglo de los desafíos globales. Las consecuencias del cambio climático y las crecientes desigualdades sociales son algunos de los retos a los cuales nos enfrenamos. Ante los estos grandes problemas, la solución es una: el desarrollo sustentable en sus dimensiones ambientales y sociales, que no comprometa la capacidad de generaciones futuras, respete la diversidad cultural y se sostenga en la gobernabilidad democrática; y de calidad, esto es, el crecimiento debe ser inclusivo.

El objetivo parece ambicioso. Se necesitan estrategias a largo plazo y el compromiso de todos y en este camino las empresas son un actor clave. Las empresas se constituyen como un vehículo efectivo para consolidar un nuevo modelo de crecimiento que ponga la rentabilidad económica al servicio de la misión del desarrollo sostenible y la construcción de sociedades más humanas, justas y equitativas.

En esta vía se inscriben las “Empresas B”: un movimiento comprometido con el cambio mediante la adopción de una nueva ética en los negocios. Las Empresas B generan rentabilidad financiera, pero simultáneamente persiguen impactos positivos en la sociedad y en el medio ambiente. Además, se distinguen de las tradicionales empresas “A” por cumplir con estándares altos y rigurosos en materia de gobernabilidad, responsabilidad y transparencia.

Este nuevo paradigma empresarial invita a entender al éxito en relación al bienestar de las personas, de la comunidad y de la naturaleza, esto es: pasar de querer ser la “mejor empresa del mundo” a ser “mejores empresas para el mundo”.

En Argentina, el movimiento ya cuenta con 35 empresas que han replanteado su relación con la comunidad y el medioambiente, comprometidos con la exigencia de tener consciencia respecto a las consecuencias de su quehacer. El sector privado es un agente clave en la agenda del desarrollo. Es necesario avanzar en la consolidación de modelos novedosos e innovadores de negocios, que incorporen a la dimensión social y ambiental en la toma de decisiones, promoviendo la construcción de un ecosistema de negocios favorable al desarrollo. Se trata de reconocer que la empresa tiene un rol ante la sociedad que no se limita a satisfacer al consumidor, sino que exige el respeto por las personas, los valores éticos, la sociedad y el medio natural en donde desenvuelve sus actividades.

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